martes, 15 de marzo de 2016

Esas mariposas...

El amor, querido lector...

Te hace sentir tan raro a veces. Te sientes en una nube, como en un sitio blandito, acogedor, claro, superior a todo... esas cursilerías que se le pueden atribuir a una fría nube. Te siente tan genial y, a la vez, tan inseguro. Por lo menos yo, muy de vez en cuando pienso que podría acabar todo, y de mala manera.

Realmente es inexplicable, se sienten tantas cosas a la vez que es difícil asimilarlo y acabas con cara de gilipollas atontada, con esas mariposas que revolotean en el estómago y que hacen que pierdas el apetito, o que este se incremente, es todo taaaan contradictorio.

Jajajajaja y aún te preguntarás: ¿Por qué escribe esta tontería empalagosa aquí? Fácil: porque es mi blog, porque quiero y porque, con suerte, esa persona especial no lo leerá (y por no arriesgar esto no lo pondré en la página del Facebook, no vaya a ser que le dé por leerlo y acabe con mi cara de ¬///¬).

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