sábado, 28 de noviembre de 2015

Jessika Phantomhive y el hielo

Querido lector, en poco tiempo iré a ver la final del Grand Prix de patinaje artístico.

Como supondrás (o no) yo apoyo al patinador español, Javier Fernández, que sale en el masculino senior (si hay más no lo sé, solo veo esa categoría). Es un gran patinador, lleva ya unos cuantos premios y todo eso.

Pero, esta final, la cosa está reñida. Acabo de ver al patinador japonés que entrena con él, Yuzuru Hanyu, batir récords de puntuación. Me tiene alucinada.

La primera vez que le vi patinar ya me enamoré de su técnica y la gracia con la que ejecutaba el ejercicio. Es genial.


¿Por qué hablo de esto? Porque quiero. Bueno, soy bailarina y estas cosas me atraen bastante. Desde que sigo el patinaje sobre hielo es como que bailo con más ganas. No sé, es una sensación muy extraña y prácticamente indescriptible. Cuando los veo patinar los veo libres, esa sensación de libertad que a veces siento cuando bailo algo que me gusta con compañeras con las que me siento a gusto.

"Bailar es soñar con los pies", una frase que tenemos en una de las salas de la escuela de baile. Para mí, una frase más adecuada sería algo como "Bailar es expresar con libertad aquello que llevamos dentro sin palabras".

En fin, esto hasta pierde la coherencia pero en algún lado tenía que soltar lo que siento de alguna manera. 

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